Gracias por estas luces, me ha encantado recibirlas. Al leer que los pájaros jóvenes disfrutan de su canto, me han venido a la mente los niños de dos o tres años canturreando mientras juegan. Otra luciérnaga interesante, que seguro que tú conoces pero que yo acabo de descubrir y estoy todavía procesando: las generaciones telescópicas de los áfidos. ¡Eso de que las hembras estén embarazadas de otras hembras embarazadas me parece una peli de ciencia-ficción rodándose entre los rosales!
Gracias a ti por compartir esa imagen tan luminosa, esos niños canturreando mientras juegan...
Y lo de las generaciones telescópicas de los áfidos... ¡sí! Es absolutamente fascinante, ¿verdad? Esos cuerpos tan diminutos conteniendo generaciones enteras —una especie de matrioshka biológica latiendo entre los rosales. ¡Una locura preciosa!
Me alegra muchísimo que estas pequeñas “luces” hayan encendido las tuyas. Gracias :)
Qué bonito lo de los pájaros que cantan por placer. Recuerdo que cuando éramos niñas mi hermana y yo nos inventábamos canciones, con su melodía y su letra, sin importarnos qué era lo que queríamos decir. Nos encantaba. Era un juego de rimas, supongo que bastante nonsense, de subidas y bajadas de tono, improvisaciones. Pero llegaba un momento en el que se nos saltaban las lágrimas. Algo así como un acto reflejo. No era tristeza, no sé si era emoción, porque para nosotras ese juego era algo ligero, pero era inevitable terminar con los ojos en lágrimas.
Gracias por estas luces, me ha encantado recibirlas. Al leer que los pájaros jóvenes disfrutan de su canto, me han venido a la mente los niños de dos o tres años canturreando mientras juegan. Otra luciérnaga interesante, que seguro que tú conoces pero que yo acabo de descubrir y estoy todavía procesando: las generaciones telescópicas de los áfidos. ¡Eso de que las hembras estén embarazadas de otras hembras embarazadas me parece una peli de ciencia-ficción rodándose entre los rosales!
Gracias a ti por compartir esa imagen tan luminosa, esos niños canturreando mientras juegan...
Y lo de las generaciones telescópicas de los áfidos... ¡sí! Es absolutamente fascinante, ¿verdad? Esos cuerpos tan diminutos conteniendo generaciones enteras —una especie de matrioshka biológica latiendo entre los rosales. ¡Una locura preciosa!
Me alegra muchísimo que estas pequeñas “luces” hayan encendido las tuyas. Gracias :)
Eso es: una matrioshka biológica. Gracias a ti por escribir ;).
Qué bonito lo de los pájaros que cantan por placer. Recuerdo que cuando éramos niñas mi hermana y yo nos inventábamos canciones, con su melodía y su letra, sin importarnos qué era lo que queríamos decir. Nos encantaba. Era un juego de rimas, supongo que bastante nonsense, de subidas y bajadas de tono, improvisaciones. Pero llegaba un momento en el que se nos saltaban las lágrimas. Algo así como un acto reflejo. No era tristeza, no sé si era emoción, porque para nosotras ese juego era algo ligero, pero era inevitable terminar con los ojos en lágrimas.